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¿Conoces los ingredientes de tu champú?

En el mundo de los champús sólidos, la calidad de los ingredientes es esencial para asegurar una limpieza eficaz y delicada. La presencia de sulfatos en los champús ha despertado un gran interés en los últimos años, especialmente con el auge de la cosmética natural.

En este artículo, analizaremos a fondo las sustancias más comunes utilizadas para garantizar la capacidad de limpieza en los champús. Exploraremos la función de los sulfatos y sus alternativas más naturales, comparando sus características, beneficios y posibles efectos.

Acompáñanos a descubrir cómo estos ingredientes influyen en la eficacia y la experiencia de tu champú sólido.


 Durante muchos años, los sulfatos han sido ampliamente utilizados en la industria cosmética, especialmente en los champús, debido a su capacidad para generar abundante espuma y eliminar eficazmente la grasa y la suciedad del cabello. Estos ingredientes se convirtieron en un estándar por su alto rendimiento y bajo costo, consolidándose como una opción predominante en productos de cuidado personal. 

Sin embargo, aunque estos ingredientes garantizan una limpieza profunda, también han sido criticados por ser demasiado agresivos, llegando a eliminar los aceites naturales del cuero cabelludo y el cabello.

Esto puede provocar sequedad, irritación e incluso un efecto rebote, donde el cuero cabelludo produce más grasa para compensar este desbalance. Por si te lo preguntas, y quieres evitar los sulfatos en tus champús, sean sólidos o no, entre los más comunes se encuentran el Sodium Lauryl Sulfate (SLS), Sodium Laureth Sulfate (SLES), Ammonium Lauryl Sulfate (ALS), Ammonium Laureth Sulfate (ALES) y el Sodium Methyl Cocoyl Taurate.

 

 

Estas preocupaciones sobre los sulfatos han impulsado una tendencia hacia fórmulas más suaves, y alternativas menos irritantes, dando lugar a un debate sobre la seguridad y la eficacia de los sulfatos en los champús.

En respuesta a este contexto, han surgido opciones como el Sodium Coco Sulfate (SCS) y el Sodium Cocoyl Isethionate (SCI), dos tensioactivos derivados del aceite de coco, que se presentan como alternativas más suaves y respetuosas con la piel y el medio ambiente. A continuación, te explicamos sus diferencias.

  • Sodium Cocoyl Isethionate (SCI).
El Sodium Cocoyl Isethionate es un tensioactivo derivado del coco, obtenido a través de la reacción del ácido isetiónico con ácidos grasos del coco. Es conocido por su suavidad y se utiliza comúnmente en productos de cuidado personal por su capacidad para limpiar eficazmente sin eliminar los aceites naturales de la piel o el cabello. Proporciona una limpieza suave sin causar irritación ni resecar el cuero cabelludo, manteniendo un nivel de hidratación equilibrado, gracias a una espuma ligera y delicada.

 

  • Sodium Coco Sulfate (SCS).

También derivado del coco, el Sodium Coco Sulfate se obtiene mediante la sulfatación de ácidos grasos de coco. Es una alternativa más suave en comparación con los sulfatos más agresivos comúnmente encontrados en champús (como el SLS o el SLES), y es conocido por ser más respetuoso con el cuero cabelludo y el cabello. Produce una espuma rica y abundante, ofreciendo una limpieza profunda, lo que lo convierte en una opción popular para quienes buscan una limpieza más vigorosa y visible.

 

Tanto el Sodium Cocoyl Isethionate (SCI) como el Sodium Coco Sulfate (SCS) se utilizan ampliamente en la elaboración de champús sólidos como sustitutos de los sulfatos convencionales más agresivos.

Ahora, las preguntas que podrías tener son: ¿Qué diferencia al SCS del SCI si ambos son tensioactivos sintéticos derivados del aceite de coco, con gran efecto detergente? ¿Cuál es el escogido por Massio para sus champús solidos?

En Massio nos esforzamos por alcanzar la excelencia y hemos encontrado un claro ganador en esta comparación

 

Nuestro laboratorio lleva más de 10 años preocupado por seleccionar los mejores ingredientes para la fabricación de nuestros productos. Estos años de experiencia en fabricación de cosmética natural y el conocimiento que tenemos del mercado nos han permitido seleccionar el Sodium Coco-Sulfate (SCS) como tensioactivo en nuestros champús. Y nuestra elección se fundamenta en las diferencias en el proceso de fabricación de cada uno de estos dos ingredientes.

A pesar de que muchos fabricantes promocionan el SCI como un ingrediente natural por ser un derivado del aceite de coco, no mencionan que el SCI se produce mayoritariamente mediante etoxilación con óxido de etileno, un solvente petroquímico.  Este proceso puede dejar residuos en el producto final de 1,4-dioxano, un compuesto clasificado como posible cancerígeno, lo que plantea serias dudas sobre la verdadera naturalidad del SCI.

El uso del SCI suele justificarse por sus propiedades hidratantes y su buena tolerancia en todo tipo de pieles. Sin embargo, aunque el SCI se clasifica como un tensioactivo suave, su concentración en champús sólidos puede variar entre el 10 % y el 90 % de la fórmula, lo que podría aumentar el riesgo de irritación cutánea.

Además, quienes defienden el uso del SCI a menudo argumentan que la ausencia de la palabra "sulfato" en la denominación INCI indica que el producto está libre de sulfatos. Sin embargo, tanto el SCS como el SCI son ingredientes que derivan de ácidos grasos del aceite de coco y contienen un grupo sulfato (SO3-) que es el que potencia su capacidad limpiadora, por lo que la diferencia en la denominación SULFATO/ISETHIONATO se debe a la nomenclatura química que identifica el enlace del grupo sulfato a los derivados de los ácidos grasos.

Así que solo nos queda deducir que el uso del SCI en muchos productos se debe, en gran medida, a la falta de conocimiento técnico de quienes lo emplean, sumado a su facilidad de obtención, y su bajo costo.

En resumen, la principal diferencia entre estos dos compuestos radica en sus procesos de producción y sus implicaciones medioambientales. El SCS se obtiene mediante la sulfonación directa de los alcoholes grasos del coco, un proceso que genera muy pocos residuos y tiene un impacto ambiental mínimo. Por ello, el SCS está considerado un ingrediente natural y cuenta con certificaciones de entidades como COSMEBIO, ECOCERT y BDIH.

En contraste, el SCI, es producido mayoritariamente mediante un largo proceso de transformaciones químicas, en las que interviene el óxido de etileno, un solvente petroquímico considerado cancerígeno, el cual hemos visto que puede dejar residuos de 1,4-dioxano, un compuesto prohibido en la cosmética natural certificada.

Esta información sugiere que el Sodium Cocoyl Isethionate (SCI) no puede considerarse completamente natural, y su seguridad para el uso en el cuerpo humano sigue siendo incierta. Además, hemos probado este ingrediente en nuestros champús y podemos afirmar que no cumple con los estándares de calidad que queremos ofrecerte. La espuma que genera es muy débil, difícil de distribuir, se necesita más producto debido a las múltiples aplicaciones, y tiende a apelmazar el cabello.

Por estas razones, en Massio preferimos ser cautelosos, ofrecerte lo mejor y optar por ingredientes que garanticen un compromiso auténtico con la naturalidad y la seguridad. Por ello, evitamos el uso de Sodium Cocoyl Isethionate en nuestros productos de cuidado personal y optamos por Sodium Coco-Sulfate.

Descubre nuestra gama de champús sólidos, formulados para cuidar tu cabello, y satisfacer tus necesidades, independientemente del tipo de cabello que tengas. Encontrarás champús diseñados con mimo, pensando en lo mejor para ti, la naturaleza, y tu cabello. 

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